“Fuiste Mala”, la canción que produjo millones, pero no para el autor
Rubén Darío Álvarez Pacheco, muchachon@rinconguapo.com
En el municipio de San Estanislao de Kotska-Arenal, norte de Bolívar, debería erigírsele un monumento a la canción ‘Fuiste mala’, un pasebol compuesto y grabado por Luis Vega Roca (Lucho Vega), pues dicho tema es lo más relevante, en materia musical, que se ha conocido de ese pueblo durante el siglo veinte.
Esa producción fue grabada en 1977, en la disquera Tropical, que primero publicó un sencillo (45 r.p.m.) y después dio a conocer un LP titulado “Fuiste mala. Hermanos Ramos y su conjunto”.
El trabajo fue equipado con las siguientes canciones:
Fuiste mala
(Luis Vega-Julio Reales)
No sé lo que sucedió
(Luis Vega)
Pérfida traición
(Ángel Sarmiento)
Amor imposible
(Luis Vega)
Tiempo y distancia
(Ángel Sarmiento)
Te fuiste
(Luis Vega)
Que te vaya bien
(Luis Vega)
Mis mejores años
(Luis Vega)
Sin conocerte
(Víctor Ramos)
Sabrás que te quise
(Luis Vega)
Y aquí viene la historia de este clásico de la música de acordeón del Caribe colombiano:
“Todavía no se me ha quitado la rabia. Ya han pasado 48 años y todavía no se me quita la rabia, después del mal contrato que hicimos con la disquera Tropical cuando grabamos ‘Fuiste mala’”.
El compositor y cantante arenalero Luis Vega Roca —Lucho Vega, para sus amigos— tiene el mismo rostro comeaños y la misma mirada grave, enmarcada por facciones indígenas, que más de uno alcanzó a conocerle en las épocas en que trabajó como director y corista polifacético de Los soneros de Ga-mero.
Su cara no ha cambiado mucho. Sus palabras, firmes y lacónicas, vuelan en el mismo tono severo que utilizaba para corregir a los integrantes del grupo cuando se indisciplinaban. Parecía el padre de todos. Y todos lo acataban con cierto respeto sobreentendido. Un respeto que Lucho Vega supo ganarse, no sólo con la firmeza de su carácter sino también con la indiscutible calidad de sus conocimientos musicales. A todos podía dictarles cátedra sobre manejo de voces y composición. Y de hecho, muchos aprendieron de lo que él hacía.
“La rabia no se me pasa. Por lo contrario: siempre que debo echar el cuento de cómo grabamos ‘Fuiste mala’ se me renueva la ira, porque sucedió que mucho antes de que yo compusiera esa canción, los hermanos Ramos se hicieron amigos de un tal Jaime Cabrera, quien decía ser el director artístico de una casa disquera.
Cabrera pasaba los fines de semana por Arenal, para llegar a una finca en donde se ponía a parrandear con los propietarios, que eran sus amigos. Apenas lo veían, los hermanos Ramos se le pegaban y le preguntaban que cuándo podría llevarlos a grabar un disquito. El tipo les decía que este año sí, que el próximo año, que no sé qué, que no sé cuándo. Total: en ese son los puso a tocarle gratis cuantas veces quiso.
Yo entré al conjunto un tiempo después. Fue un día en que los hermanos Ramos estaban amenizando una fiesta, y me emocioné tanto viéndolos actuar que les pedí que me dejaran cantar algo. Así fue. Traté de cantar una canción y no me salió completa.
Otro día me volvieron a dar la oportunidad, y la canté como era debido. De ahí en adelante nos reuníamos a practicar y amenizábamos bailes en Arenal y en los pueblos cercanos. En una de esas prácticas les canté ‘Fuiste mala’, que acababa de componer: ‘En las noches cuando yo me acuerdo del mal que hiciste/yo no lloro, pero sí por dentro llevo una tristeza’.
A los muchachos les gustó. La montamos y empezamos a cantarla en todas partes. Mucha gente en Arenal se la aprendió. Y, después de un año, llegó el momento en que decidimos que teníamos que grabarla.
Empezamos a guardar la plata de las presentaciones y la que podíamos conseguir en otro lado. Hasta que al fin nos fuimos a grabar. Hicimos el trato con la disquera Tropical. Pero la sorpresa fue cuando nos recibió el mismo tipo que nos ponía a tocar gratis a los hermanos Ramos.
Ni siquiera nos rebajó un peso por la grabación. Ese fue el inicio de mi rabia. Pero grabamos el tema, que fue, técnica y musicalmente, una pésima grabación: el cencerro se pierde, los coros en ‘Amor imposible’ (la canción, también de mi autoría, que había al respaldo del sencillo) están desafinados.
Pero la grabación se quedó así, porque no teníamos tanto dinero como para pagar más horas de estudio que nos permitieran corregir y corregir, como se hace ahora. A eso, agrégale que grabamos con dos micrófonos.
Después de hecha la grabación, nos tocó pagar el prensaje y comprar los discos. Compramos 35 discos sencillos a diez pesos. Esos teníamos que venderlos por ahí, como quien vende bollos de puerta en puerta.
Pero lo peor de todo, por no tener un asesor ni tener idea de lo que estábamos haciendo, fue dejarle la cinta matriz a la disquera para que la explotara como si fuera de su propiedad. Y hasta firmamos documentos, cediéndoles ese derecho.
Lo mío fue rabia sobre rabia, porque para grabar, tuvimos que sacar plata de nuestros bolsillos, llegamos a la disquera que no creía en nosotros, caímos en manos del tipo que nunca quiso darnos la oportunidad de grabar, debimos comprar los discos y promocionarlos nosotros mismos; y, encima de eso (por ingenuos y por ignorantes) regalamos la cinta matriz, a la que le han sacado millones y millones de pesos en todos estos años.
Porque, sea como sea, ‘Fuiste mala’ se sigue oyendo y vendiendo en todo el Caribe colombiano. Ya es un clásico de nuestra música de acordeón. ¿Entiendes por qué todavía tengo rabia?”.
No existe una cifra precisa de cuántas copias discográficas y cuántos millones de pesos ha producido la difusión de ‘Fuiste mala’ en lo que va corrido de más de 48 años. Pero sí permanece vivo, en la memoria de los amantes de la música de acordeón de Colombia, el sentimiento con que Lucho Vega interpretó su propia canción. Se trata de una conmoción, de una modulación que según supone, le viene desde las épocas en que escuchó a su padre, Francisco Vega, improvisando cantos altisonantes para acompañarse en el arreo del ganado entre Arenal y otros pueblos del departamento de Bolívar.
En términos precisos, ‘Fuiste mala’ fue una de esas primeras canciones que surgieron del recién des-cubierto ingenio de Lucho Vega. Antes que esa, habían surgido otras, pero fue aquella la que, desde un principio, se incrustó en la memoria de vecinos y amigos que se le aprendieron desde mucho antes de que se convirtiera en el suceso discográfico que fue en los años setenta.
“’Fuiste mala’ nació de un chisme: un colega mío de la carpintería me contó que uno de los integrantes del conjunto de los hermanos Ramos tenía problemas con la novia. Y de pronto supimos que el tipo se había separado de la muchacha.
Entonces se me ocurrió componer la canción. La melodía, la primera estrofa y la letra del coro son mías. Las primeras frases de la segunda estrofa, (Es muy cierto porque en este mundo existen mujeres/que le dan el amor a los hombres solo por capricho…/) me las aportó el mismo que me contó el chisme.
Aun así, todo el mundo reconocía que la canción era de mi autoría. A pesar de eso no tuve ningún reparo en colocar el nombre del tipo que aportó esas frases, junto con el mío, en la etiqueta del disco sencillo que grabé con los hermanos Ramos.
Pero mientras la canción no pegó, no pasó nada. Apenas se convirtió en un batazo, empezaron los reclamos, y hasta me decían en mi cara que esa canción no era mía. Entonces me dije: ‘primera y última vez que acepto que otra persona le aporte palabras a una canción que yo esté componiendo’. Y hasta el momento lo he cumplido.
Claro, el que ‘Fuiste mala’ se haya convertido en éxito de ventas y de emisoras no fue tan fácil.
Primero transcurrió un año enterito en el que la canción sólo se oía en los picós de Arenal y en uno que otro pueblo vecino. La gente iba a mi casa, o a la casa de los Ramos, y compraba los disquitos, como para ayudarnos. Pero la verdad es que no pasaba mayor cosa.
Después, nunca supimos cómo llegó uno de esos discos a una emisora de Arjona que se llamaba, La voz de Arjona, en donde daba sus primeros pininos el locutor Amín Segundo Pájaro.
Él logró hacerlo sonar por un tiempo, y nosotros mandamos a prensar más discos, porque se nos habían acabado los primeros que trajimos de la disquera. Pero entonces ocurrió que nadie nos compraba, porque el disco dejó de sonar en las poquitas partes en donde alcanzó a oírse.
Ya nos estábamos desanimando. Hasta que un día Víctor Ramos, el acordeonista, me dijo: ‘Lucho, ¿por qué no te vas para Cartagena y propones el disco en los almacenes disqueros?’
Así hice. Cogí unos veinte discos y los metí en una tula. Arranqué para Cartagena y recorrí todas la discotiendas, con tremendo sol en la cabeza; y en ninguna me compraron.
Decían que el disco no lo conocían, que no estaba sonando en las emisoras, que Discos Tropical no les había hecho la propuesta. Me cansé. Me regresé para Arenal decepcionado. Hasta me estaba olvidando del cuento.
Pero un día me dijeron los muchachos del conjunto: ‘Lucho, el disco se está oyendo en Cartagena’. Yo no les creía. Hasta que una tarde, escuchando una transmisión de béisbol de la Selección Bolívar, noté que en los intermedios del juego colocaban el disco.
Es decir, ya le estaban dando importancia en las emisoras. La canción empezó a cobrar éxito. Las emisoras buscaban el disco y no lo encontraban en los almacenes.
También se presentaron unos funcionarios de la disquera CBS (hoy Sony Music) preguntando por nosotros. Querían comprarnos la cinta matriz que le regalamos al tipo de Discos Tropical.
Ahí fue cuando nos dimos cuenta de la embarrada que habíamos cometido. Pero el disco se fue pegando. Nos llamaron para amenizar las fiestas del Once de Noviembre en Cartagena. Nos dieron disco de oro, aunque en realidad merecíamos más, pero la disquera liquidaba como le daba la gana.
El éxito voló a Barranquilla, Ciénaga, Santa Marta y Venezuela. Ganamos el Congo de Oro en los carnavales barranquilleros, pero nunca lo recibimos, porque yo no asistí al evento, y la gente quería conocer al cantante.
Para esa época, ya en el conjunto estaba surgiendo una discordia, una cizaña que terminó por acabarlo, porque todos nos culpábamos entre sí por la equivocación que tuvimos con la disquera Tropical. También había rencillas, porque algunos integrantes del conjunto decían que los dineros que yo estaba recibiendo por ‘Fuiste mala’ no debían ser para mí sino para todo el grupo, cosa que no es así. Pero eso minó los ánimos. Y el grupo se acabó”.