Subscríbete a nuestro canal de Whatsapp

La política de los negocios…

Rodrigo Ramírez Pérez, rorro@rinconguapo.com

Una inversión superior a los 18.2 mil millones destinó el gobierno distrital para la Unidad Deportiva Fidel Mendoza Carrasquilla de Cartagena, primero, la recuperación de la Plaza de Todos y su entorno. Segundo, el encerramiento de la popularmente mal llamada villa olímpica.

Todavía no existe una villa olímpica en la zona, se acuerdan, que para los Juegos Centroamericanos y del Caribe (2026) se construyeron unos complejos habitacionales en los predios de la Base Naval con el propósito de hospedar ahí una parte de los deportistas, y los otros, en los hoteles de la ciudad.  

Al iniciar su gobierno el alcalde Dumek Turbay Paz intervino la Plaza de Todos y sus alrededores con más 9.8 mil millones. El hecho fue matizado con bombos y platillos, más el papel del comité de aplausos de RSS y periodistas de la casa.

La verdad, quedó muy bello todo, pero la falta de una industria del espectáculo y la recreación permite que la historia se repita de nuevo, y lo recuperado, queda otra vez en manos del vandalismo y la ausencia del sentido de pertenencia en la gente que no cuida, sino que destruye.

Otra vez, se ponen en escena el abandono que corroe lo reconstruido, en el lugar se observa vandalismo, basura, bancas destruidas, empradización quemada y toda esa bella ornamentación vegetal muriendo lentamente porque no tiene doliente que le riegue dos gotas de agua…

Sin embargo, el alcalde de Cartagena Dumek Turbay considera ponerle el cascabel al gato con una nueva inversión de más de 8.4 mil millones con el encerramiento de la Unidad Deportiva Fidel Mendoza Carrasquilla, que es necesaria siempre y cuando no impida el corredor y paseo peatonal de la gente que disfruta el lugar por las mañanas, tardes y noches.

Disfrute que debe mantenerse, aun con la realización de eventos en los escenarios, porque cada vez que programan actividades en el lugar los corredores peatonales quedan cerrados a la gente que le frecuenta periódicamente en plan recreativo, así mismo, queda bloqueado al paso de los habitantes que transitan desde siempre y en toda circunstancia la zona.

El argumento del encerramiento es para controlar el vandalismo, la inseguridad, el tráfico de motocicletas que irrumpen la tranquilidad de las personas que van a recrearse en los alrededores de la unidad deportiva que cuenta con amplios espacios peatonales y zonas verdes agradables.

Es buen argumento el explicado por las autoridades locales de Cartagena, aun sumándose la promesa de más iluminación y vigilancia las 24 horas de los siete días de la semana, pero insistimos, si no hay una industria del espectáculo y la recreación la inversión será nuevamente naturaleza muerta, y una vez más, sale a escena la política de negocios que es muy común en los gobernantes y sus financistas de campaña para recuperar lo gastado en la etapa electoral y enriquecerse con el dinero del erario.   

No es la primera vez que a la Unidad Deportiva Fidel Mendoza Carrasquilla con sus escenarios deportivos y recreativos son objetos de inversiones millonarias y luego de la fiebre por la innovación quedan abandonados. Es natural que el vandalismo, la inseguridad y la indiferencia ciudadana termine finalmente apropiándose de esos espacios destruyéndolos.

Para los Juegos Centroamericanos y del Caribe en el 2006 fue cuando la unidad deportiva se fortaleció: de un estadio de fútbol, una plaza de toros, un estadio de beisbol y otro de softbol se amplió a un complejo acuático, un estadio de atletismo, un coliseo de combate y una pista de entrenamiento de atletismo. Al tiempo que nace todo ese entorno de espacios peatonales y zonas verdes que integran los escenarios viejos y nuevos.

Luego con el mundial sub-20 de fútbol de 2011, cuando fue alcaldesa Judith Pinedo “La Mariamulata”, Cartagena fue subsede de ese encuentro deportivo internacional. Entonces, el estadio Jaime Morón fue restaurado y amplió su aforo a 17 mil espectadores, nuevamente, el alrededor de la unidad deportiva fue intervenido, ahí también se invirtió una millonada.

Ninguno de esos eventos de transcendencia mundial estimuló a los gobernantes ni a los empresarios implementar una industria deportiva, del espectáculo y la recreación. Como consecuencia, la unidad deportiva quedó abandonada y en manos de nadie, su entorno fue destruido y convertido en vertedero, sus zonas verdes y paseo peatonales se convirtieron en el mejor ejemplo de la desidia.

Precisamente, por no existir esa industrial, al final los escenarios como el coliseo de combate, el complejo acuático, el estadio de atletismo, la pista de atletismo, los estadios de béisbol y softbol son prácticamente elefantes blancos, y lo peor, han tenido serios problemas de mantenimiento, con el agravante de los pendientes en adecuación de graderías y otros detalles.

Con relación a la plaza de toros, ahora, plaza de todos. También en el gobierno del alcalde Carlos Díaz Redondo se invirtió una millonada para su recuperación, en esos años de comienzo del milenio (2002 – 2003) la tauromaquia no estaba acusada de espectáculo al salvajismo, y como tal, volvieron las corridas de toros al coso taurino, evidentemente, una industria que en Cartagena no volvió a ser de cartel como lo pudo ser en los años 70, 80 y comienzo de los 90, cuando terminó la concesión de los empresarios que construyeron la plaza de toros y entregaron la administración de ese escenario al gobierno local.

Tampoco, la industria paralela de conciertos y similares impidieron que la Monumental Plaza de Toros de Cartagena de Indias, ahora Plaza de Todos, volviera caer en el abandono y deterioro, prácticamente, estaba convertida en un escenario ruinoso y peligroso para cualquier actividad. Corriéndose el riesgo que el concepto arquitectónico del destello de una gota que tiene la plaza quedará esparcido, no en agua, sino en escombros en la unidad deportiva.

Muy bien intencionado alcalde de turno en mirar esa industrial del espectáculo con la nueva recuperación de la Plaza de Todos, esperemos que ahora sí prospere ese modelo de negocio que industrialmente genera progreso y le da una dinámica económica a la ciudad.

Sin embargo, ante todos los intentos fallidos del pasado, insisto, si no se implementa una verdadera industria deportiva, del espectáculo y la recreación, y volvemos a quedar en el plano de lo eventual, esos 18.2 mil millones invertidos en la unidad deportiva, finalmente, terminan en el concepto popular: ESA PLATICA SE PERDIÓ…

Entonces, otra vez en el mismo plano patético: la política de negocios de los gobernantes con sus aliados de campaña serán los únicos benefactores, crecen sus riquezas y dan ejemplo de buenos empresarios del erario. Mientras, el contribuyente desde la impotencia vuelve a votar en la época electorera con la apuesta de elegir un gobierno en favor de la gente…

Subscríbete a nuestro canal de Telegram

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top