Según estudio de la Universidad de Cartagena revela que, en esta parte de la ciudad, el 100% de los espacios analizados carecen de señalización en braille, audioguías o materiales accesibles. Además, más del 94% no cuenta con baños adaptados o rampas adecuadas.
A pesar de su reconocimiento internacional como joya turística del Caribe, Cartagena de Indias enfrenta serias limitaciones para consolidarse como un destino accesible. Un reciente estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Cartagena revela que el Centro Histórico de la ciudad presenta barreras significativas para garantizar un turismo verdaderamente inclusivo.
Liderado por los investigadores Francisco Maza Ávila, Kathy Márquez Tuñón y Roger Ramos Suárez, de la Universidad de Cartagena, el proyecto “¿Turismo para todos? Análisis de la accesibilidad en el Centro Histórico de Cartagena de Indias”, fue presentado en el XVII Seminario Internacional de Estudios del Caribe y ofrece un diagnóstico detallado sobre las condiciones de accesibilidad para personas con discapacidad, adultos mayores y otros grupos en condición de vulnerabilidad.
Frente a la importancia de esta investigación, Maza Ávila, autor principal, manifestó que: “Si queremos hablar de un turismo verdaderamente de calidad, debemos garantizar que el acceso a los destinos esté pensado para todas las personas, sin excepciones. La experiencia turística debe ser vivida plenamente, sin barreras físicas ni sociales que limiten a quienes tienen algún tipo de discapacidad o movilidad reducida”.

Un turismo que excluye
El estudio parte de una premisa urgente: en una ciudad que en 2023 recibió más de 3,15 millones de visitantes por vía aérea y más de 390 mil pasajeros por cruceros, con un aumento sostenido de turistas mayores de 60 años, la accesibilidad sigue siendo una deuda estructural. A través de una metodología mixta, los investigadores evaluaron 36 sitios turísticos del Centro Histórico (incluyendo espacios abiertos y cerrados como plazas, iglesias, museos y monumentos), y aplicaron 411 encuestas a turistas y residentes.
El estudio revela que el 100% de los espacios analizados carecen de señalización en braille, audioguías o materiales accesibles. Además, más del 94% no cuenta con baños adaptados o rampas adecuadas, y menos del 17% del personal turístico ha recibido formación para atender personas con discapacidad.
“Uno de los hallazgos más relevantes del estudio fue la baja percepción de preparación del personal que atiende los principales sitios turísticos. Muchos visitantes, especialmente personas mayores o con movilidad limitada, manifestaron que no sienten que el personal esté capacitado para atender algún tipo de apoyo específico”, añadió Maza.
Además, el 81% de los espacios no cuenta con parqueaderos reservados o señalizados para personas con movilidad reducida, y apenas la mitad de los sitios evaluados tienen entradas accesibles. La situación se agrava en aspectos comunicativos: los sitios web y materiales digitales incumplen, en su mayoría, las pautas internacionales de accesibilidad digital

Una oportunidad estratégica para Cartagena
El estudio integró las percepciones de visitantes nacionales e internacionales, en su mayoría turistas culturales que recorren el Centro Histórico. Los cuestionarios confirmaron una experiencia limitada en cuanto a señalización, circulación y acceso a la información. Un porcentaje significativo manifestó insatisfacción con los recursos de accesibilidad existentes, y muchos no recomendarían la ciudad a personas con discapacidad.
El turismo accesible —explican los investigadores— no es solo una cuestión de derechos humanos y equidad, sino también una oportunidad de desarrollo económico: actualmente, el 16% de la población mundial vive con alguna forma de discapacidad, según la OMS, lo que representa un mercado potencial de 1.300 millones de personas.
“Si Cartagena quiere consolidarse como un destino turístico competitivo a nivel internacional, debe incluir a una población cada vez más numerosa: personas con discapacidad. Sólo en América Latina hablamos de más de 85 millones de personas. Apostarle al turismo accesible no solo es una cuestión de derechos, es también contribuir a definir el elemento de una política pública que le apueste a aprovechar el turismo como una fuente importante de competitividad y generación de ingresos”, puntualizó el investigador.
La investigación propone la formulación de lineamientos para una política pública de turismo accesible en Cartagena, en coherencia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (especialmente el ODS 10 sobre reducción de desigualdades y el ODS 11 sobre ciudades inclusivas y sostenibles). Además, recomienda fortalecer el enfoque participativo, integrando las experiencias de usuarios en las evaluaciones técnicas y los procesos de planeación urbana.
Asimismo, el estudio evidenció una desconexión entre las condiciones normativas exigidas y las vivencias reales de quienes transitan por el Centro Histórico. “Cartagena debe integrar la experiencia del visitante como parte de las auditorías técnicas y avanzar hacia políticas públicas participativas que garanticen el derecho al turismo sin barreras”, añadió Francisco Maza.
Por su parte, Eduardo Barrera Demares, director de Planeación de Corpoturismo, manifestó que: “Sabemos que el turismo inclusivo es un reto pendiente, pero también reconocemos que ya existen iniciativas, que han empezado a implementar buenas prácticas. Cartagena está avanzando, pero necesitamos una coordinación más focalizada entre el sector público y privado para lograr resultados tangibles. Convertirnos en un destino reconocido por su accesibilidad es posible, pero requiere planificación, recursos y continuidad”.

Compromiso académico con la transformación del territorio
“Este estudio académico es un insumo muy valioso. Nos permite hacer un autoexamen desde una mirada imparcial, que ayuda a identificar con mayor claridad en qué estamos fallando y cómo podemos transformar esos hallazgos en acciones concretas”, añadió Barrera Demares.
La investigación invita a repensar la ciudad como un destino turístico que no solo preserve su historia, sino que garantice el acceso pleno a todos los públicos. Esta es, además, una muestra del compromiso investigativo de la Universidad de Cartagena con el desarrollo territorial inclusivo. A través de esta investigación, los profesores Francisco Javier Maza Ávila, Kathy Márquez Tuñón y Roger Ramos Suárez visibilizan una problemática estructural que debe ser atendida con urgencia si Cartagena aspira a consolidarse como un destino turístico para todos.
Fuente: Comunicaciones UdeC.